sábado, 19 de marzo de 2016

Geografía - Más sobre los límites contestados...

Artículo: Frontera Dudosa. Diario El País del 24/2/ 2011
Frontera dudosa
Uruguay y Brasil mantienen dos históricos conflictos limítrofes de baja intensidad. En Isla Brasileña y Rincón de Artigas las nacionalidades se confunden, los servicios se comparten y el portuñol es el idioma oficial
Marcela Moretti, en Isla Brasileña y Rincón de Artigas
Hay dos lugares donde la frontera con Brasil se hace, para Uruguay, demasiado difusa. Son Rincón de Artigas frente a Masoller y la Isla Brasileña en las costas de Bella Unión. Uruguay no acepta el trazado de límites que hacen que esos pueblos sean brasileños y sostiene que es un tema que sigue abierto; para Brasil eso es un asunto cerrado. Eso es nivel diplomático, porque en lo cotidiano de las personas que viven allí, todo es la integración por necesidad y portuñol.
Ese conflicto limítrofe con Brasil es más largo pero mucho menos polémico que el que Uruguay mantiene con Argentina por los cortes de puentes contra la instalación de Botnia. En los hechos, más allá de notas guardadas en las cancillerías de ambos países, hace tiempo que la disputa sólo se ve en los mapas oficiales de Uruguay que señalan ambas zonas como "límites contestados".
La última vez que la Cancillería uruguaya presentó una nota formal por la situación de Rincón de Artigas fue en 1988, durante el primer gobierno de Julio María Sanguinetti. La embajada brasileña respondió un año después, en diciembre de 1989, pidiendo ampliación de la información, pero no respondió después que Uruguay envió los datos pedidos el 22 de octubre de 1990, según la Dirección de Asuntos Limítrofes de la Cancillería.
Sobre la Isla Brasileña, la última actuación oficial uruguaya fue una nota enviada el 30 de julio de 1997, a la que la embajada brasileña respondió al mes siguiente diciendo que, sobre eso, no había nada que charlar. "En 1999 hubo nuevos intentos por tratar el tema y Brasil no quiso hablar", dijo una fuente de la Cancillería uruguaya. Y así sigue hasta hoy. Para Uruguay este tema va más allá de la Isla Brasileña, ya que ese trozo de tierra está donde el río Cuareim desemboca en el Uruguay y por esa diferencia todavía no fue posible concretar la división de las aguas que conforman la triple frontera entre Uruguay, Brasil y Argentina.
En todos estos años el tema sólo volvió a surgir cuando lo planteó algún político. Así lo hizo  el ex canciller y  senador nacionalista, Sergio Abreu, cuando le reclamó al gobierno una actitud más activa para defender sus límites fronterizos con Brasil.
No parece fácil. "Si una de las partes se niega a negociar habría que presionar. Pero las relaciones con Brasil son mucho más amplias y hay que ver cómo, cuándo y cuánto conviene presionar", dijo una fuente de la Cancillería que aclaró que "el tema no está muerto y se sigue conversando".
A todo esto, la ex-ministra de Salud Pública, María Julia Muñoz, suscribió la semana pasada un acuerdo con su par brasileño, José Gomes Temporao, que permitirá el acceso tanto a brasileños como uruguayos a los centros de salud en ambos lados de la frontera. Algo innecesario para pueblos vecinos como Masoller en Rivera y Villa Thomaz de Albornoz en Río Grande do Sul, que comparten sus servicios sin necesitar permiso.
El rincón. La antesala uruguaya a la zona Rincón de Artigas es Masoller, adonde se llega por una ruta 30 custodiada por cerros con una vegetación tan verde que se asemeja a los morros de Brasil. Luego de pasar el empinado Repecho de Pena aparece el riverense pueblo fronterizo, con sus prolijas y ordenadas casitas blancas.
En la comisaría, ubicada en plena triple frontera departamental (Rivera, Artigas y Salto), el policía de turno indica cómo llegar a Thomaz de Albornoz (la villa brasileña fundada por Brasil en el territorio contestado). Hay que seguir derecho por un camino de tierra que nace frente a la comisaría y es el primer pueblo que aparece a la izquierda.
Una antigua cerca de piedras sustituye a los convencionales alambrados de campo y las antenas parabólicas dominan el paisaje. Son las cuatro de la tarde y el único almacén que se ve en el camino está cerrado. "Varejao Macanudo. Aquí tem tudo", dice una pintada de la fachada.
La calle está vacía y en silencio. A la derecha sigue Masoller y a la izquierda aparece primero un cementerio con aspecto de abandonado y más adelante se ve un grupo de casas amontonadas. Al costado de la calle hay un mojón, un monolito de piedra de metro y medio. Es la única señal de la existencia de una frontera uruguayo-brasileña.
Un niño que pasa en bicicleta frena en el "marco" y da una explicación bien sencilla con palabras y gestos: "de acá para allá (señala a la derecha) es Uruguay, y de acá para allá (señala a la izquierda) Brasil". Enseguida vuelve a colgar la bolsa con un kilo de tomates del manillar y antes de irse cuenta que vive en Uruguay pero cruzó a Brasil para ir al almacén porque es más barato.
Ese comercio reina en la única esquina con algo de movimiento en el pueblo de 30 y pocas casas y 126 habitantes. En realidad "Ferragem Pampa" es mucho más que un almacén. Allí se venden desde comestibles hasta muebles, colchones, ventanas, puertas, ladrillos, portland: de todo. El dueño no está contento con las visitas. Sospecha, pide identificaciones, pregunta mucho y responde poco. Dice que el pueblo tuvo malas experiencias con otros informes periodísticos. Incluso niega ser el dueño del lugar pero después todos los vecinos lo contradicen.
Los miedos del brasileño tienen que ver con una de las características de la frontera: el contrabando. Las mercaderías circulan por la zona sin controles y al multifacético almacén llegan compradores de varias zonas de Uruguay. Los camiones del propietario circulan por los dos países sin mayores problemas. Es que la Aduana más cercana está abandonada en la triple frontera departamental uruguaya y los controles son móviles y poco frecuentes, según relataron varios vecinos.
En este tipo de frontera abierta la aspiración integradora del Mercosur se da de hecho. Las mercaderías, las personas, los vehículos, todo circula libremente. Y los pueblos de ambos lados comparten servicios públicos sin firmar ningún acuerdo sólo por simple necesidad.
Pueblo Albornoz es Brasil pero sus ciudadanos hace tiempo que se atienen en la policlínica de Masoller, del lado uruguayo, porque no tienen servicio de salud fijo. El enfermero permanente y el médico que va dos veces por semana al pueblo riverense a atender a uruguayos y brasileños sin distinción. Y cuando el Ejército de Brasil visita la villa Albornoz con dentistas y oculistas, como pasó este año, los uruguayos cruzan y aprovechan para controlarse.
"Sentimos que Uruguay nos da mucha asistencia. En la Salud Pública de Masoller nos atienden y ni preguntan si sos brasileño o uruguayo. También usamos su ambulancia. Ahora un coronel brasileño que estuvo de visita prometió contactar al gobierno de Brasilia para rehabilitar el ambulatorio local", cuenta el uruguayo Claudio Jesús Suárez, delegado comunal del gobierno de Santa Ana do Livramento y esposo de la maestra brasileña Eva Salete Souza. Suárez nació en Uruguay pero ahora se define como un "doble chapa". Al tener hijos brasileños tiene doble nacionalidad.
Claudio y su mujer tienen casa en Livramento, la ciudad brasileña más cercana (a 70 kilómetros). Para llegar allí, los pobladores de Albornoz cruzan a Uruguay, se toman un ómnibus de Masoller a Rivera y desde la capital departamental uruguaya vuelven a atravesar la frontera caminando para llegar a Brasil. Si tienen auto, también utilizan la carretera uruguaya. De una u otra manera pasan por Uruguay para ir a la ciudad brasileña. Suárez y la maestra van una vez por mes a cobrar sus sueldos en el Banco do Brasil y la plata del alquiler de su casa.
Ellos y el resto de los pobladores de la villa brasileña utilizan los servicios de internet y telefonía celular uruguayos. Las tres antenas instaladas en el diminuto pueblo son las de las compañías que operan en el mercado local, Ancel, Claro y Movistar. El servicio telefónico de Brasil se limita a una cabina pública de Embratel ubicada en el salón comunal, al lado de la escuela y frente al tanque de agua. Esa es toda la infraestructura pública del lugar, no hay ni un puesto policial.
De vez en cuando hay recorridas de los servicios de seguridad brasileños. Y uno de los lugares más controlados es el Club de Visitas Gato Verde, ubicado frente al almacén Pampa, en la esquina más movida del lugar. El negocio está tratando de mejorar su reputación después de que fuera cerrado porque el dueño anterior prostituía a menores. El local llegó a ser baleado por gaúchos de la zona, según contó más de un vecino. Pampa, el Gato Verde y otro almacén más chico son los tres comercios del lugar que aumentan su demanda por la llegada de uruguayos.
En Albornoz el agua es gratis porque es de pozo pero el tanque que la almacena y la bomba que la extrae son mantenidas por la comuna brasileña de Livramento, al igual que el servicio de electricidad.
Brasil mantiene la escuela Bento Goncalves, le paga a la maestra y envía la comida para que los alumnos almuercen todos los días. En el mismo salón de clase conviven niños de distintas edades que al hablar mezclan el español con el portugués. La integración educativa es más difícil. Los seis años de primaria y seis años de secundaria uruguayos no coinciden con los nueve años de primaria y tres de secundaria de Brasil. Por eso, cuando terminan la escuela en Albornoz (que sólo llega hasta quinto), los niños brasileños tienen que ir a Livramento para seguir sus estudios. Les resulta complicado integrarse al liceo de Masoller.
Livramento también le paga al esposo de la maestra que se encarga de prender y apagar la bomba, que no puede pasar más de dos horas prendida porque el tanque tiene sólo 25.000 litros y se desborda. Además, Claudio limpia la escuela, le cocina a los 12 niños brasileños que van y organiza los bailes en el salón comunal, en los que todos escuchan, y cantan, cumbia en español. "Me llaman el prefeito", dice orgulloso entre risotadas.
Cerca de las seis de la tarde varios lugareños visitan el almacén Pampa, que está abastecido como para una clientela mucho más grande que los vecinos. Una niña pide agua en español y el dueño le pregunta en portugués "¿pequena o grande?". Y después le cobra 17 pesos. La moneda da igual, reales, pesos, es lo mismo. En el otro almacén, a la entrada del pueblo, es igual.
La mayoría de los que viven en villa brasileña son uruguayas, sólo unos 40 nacieron en Brasil, incluyendo a los niños que van a la escuela. Los hombres trabajan en el campo, por eso de día el pueblo está vacío y sólo circulan niños y las mujeres que se quedan en sus casas. No parecen estar preocupados por vivir en un "límite contestado".
Si se les pregunta, los brasileños dicen que Albornoz es Brasil y los uruguayos dicen que la villa está en territorio uruguayo. Pero en la vida cotidiana, les da lo mismo. En la escuela -la única institución educativa del lugar- no se habla del asunto y brasileños y uruguayos se casan, tienen hijos y se convierten en "doble chapa". Con sus parabólicas miran canales brasileños pero escuchan radios de los dos países.
Cacaio Díaz Guedes, con 65 años, es el habitante más antiguo de Albornoz. Nació en la zona antes de que existiera el pueblo. Su padre está enterrado en el cementerio con aspecto abandonado. Ahora vive del lado uruguayo, a unos metros del mojón de la frontera. "Soy brasileño pero estudié en la escuela uruguaya. Acá nadie habla del tema del conflicto fronterizo", dice. Su hermano, Yango, que también vive en Masoller reafirma que salvo por "una borrachera nadie se pelea en el pueblo". Para él, que se casó con una uruguaya, no hay diferencias entre Albornoz y Masoller. "Somos todos lo mismo". Y recuerda cuando su padre les contaba que en 1904, cuando niño, vio pasar la carreta que llevaba muerto al Aparicio Saravia.
En 1985, cuando se creó el pueblo Albornoz, Uruguay protestó. Recién este año el Ejército brasileño inauguró la plaza Brigadier Vasco Alves, con hamacas, toboganes y otros juegos para niños, junto a la placa fundacional que dice "Vila Thomaz Vares Albornoz, marzo de 1985".
El "prefeito" improvisado del pueblo piensa que algo está pasando porque Brasil les está prestando mucha más atención. "En un año el Ejército vino siete veces. Antes no venían tanto. Dicen que los uruguayos quieren tomar acá y los brasileños han tenido hasta seis o siete aviones sobrevolando. Ellos dicen que esto no lo entregan ni abajo del agua", cuenta. Y jura que, no sabe si en broma o en serio, un capitán brasileño que estuvo de visita le dijo, al ver pasar a un contingente militar uruguayo, "aí vai indo nossos inimigos" (ahí van nuestros enemigos) y se ríe a carcajadas.
Ni él se cree que algo pueda pasar.
La isla. La vida de Seu Zeca, habitante de la Isla Brasileña desde 1964, es increíble. Es un isleño de 93 años que todavía hoy rema una hora y media para llegar a su casa. Así le dice a la isla. Va desde Barra do Quaraí, donde vive parte de su familia formada por tres hijos y cerca de 40 nietos y bisnietos. Con su mujer tiene casa más lejos, en Uruguayana. Pero para él su hogar está en ese pedazo de tierra que para Brasil está en el río Quaraí y para Uruguay en el río Uruguay.
La Isla Brasileña está a unos 100 metros de Bella Unión, desde donde se la ve claramente. Pero es parte de Brasil.
Llegó a haber ocho familias viviendo allí, pero desde 1977 Zeca es el único habitante casi permanente. El día de la visita estaba en Barra do Quaraí ayudando a uno de sus nietos a levantar su casa de madera y dejó el martillo para dar la entrevista. Flaco, pequeño y arrugado, Zeca se mantiene absolutamente lúcido y ágil. Dice que ama la tranquilidad de la isla y que la considera su hogar pese a que su mujer nunca quiso vivir del todo allá. Él está convencido de que la isla pertenece a Brasil. Incluso afirma que esa tierra fue parte del continente brasileño hasta 1901.
Sus enormes párpados apenas se mueven cuando se sonríe al escuchar a su nieto relatar la vez que salvó a un caballo y ocho chanchos durante una creciente del río en la isla. Para que no se los llevara el agua los subió a una balsa y los mantuvo horas ahí, al mejor estilo Arca de Noé.
Uno de los hijos de Zeca, Alberto Jorge Daniel, de 57 años, está trabajando muy cerca de la isla que fue su hogar cuando era chico, en los meses que no tenía que ir a la escuela en Uruguayana. Pasa días enteros en el agua. Con su hijo "Zeca chico" trabaja en un barco extrayendo arena del fondo del río Cuareim para una arenera uruguaya. "Esto es robo", dice sin problemas. Y cuenta su historia a la delegación de uruguayos que llega en una lancha de la Prefectura de Bella Unión y para al lado de su embarcación. El río está tranquilo, la charla es de barco a lancha.
Alberto recuerda que su padre se estableció en la isla para construir y reparar las balsas que circulaban por el río Uruguay. Dice que desde que Zeca llegó en 1964 la isla se redujo en 70 metros. No está tan encariñado como su padre: "la isla no sirve para nada, sólo para discusiones". Pero él y su hijo heredaron la especialidad del isleño de 93 años. Alberto está especializado en los barcos de madera y su hijo en los de fibra de vidrio.
Poco después la lancha de la Prefectura retoma el viaje hacia la Isla Brasileña. Roberto Píriz, un productor de morrones de Bella Unión, hace de guía. La embarcación atraviesa una zona que él y el oficial de la Prefectura señalan como el fin del río Cuareim y su desembocadura en el Uruguay. Según sus explicaciones la isla está claramente en el río Uruguay. Es un lugar especial, en el encuentro de los dos ríos y rodeados por costas de tres países, Argentina, Brasil y Uruguay. Una triple frontera difícil de visualizar a pesar de los hitos fronterizos que marcan líneas imaginarias.
La lancha para en la entrada a la isla y, al bajar, los pies y parte de las pantorrillas se hunden en el barro. La isla es grande, tiene más de un kilómetro de largo por más de medio en su parte más ancha. Al desembarcar atacan los mosquitos y aparecen las huellas de un carpincho en el barro. La vegetación es espesa.
Ya en la primera parte del camino se nota la presencia de Zeca: un viejo tractor, panales de abejas, una mesita de trabajo y varias herramientas herrumbradas. Para llegar a la casa hay que seguir por un sendero que está bordeado por un perfecto corredor de árboles. El único anfitrión es un gato, que se llama Gato, según contó Zeca.
El hombre construyó su casa en una elevación de tierra para evitar que se inunde, porque cuando sube el río Uruguay parte de la isla queda bajo agua. Aunque ahora pasa menos tiempo allí, en la isla hay vida. La casa está cerrada (hace poco le robaron todo lo que tenía) y alrededor hay otras construcciones precarias llenas de basura y trastos. Hay leña cortada, una enorme piedra de afilar, lo que fue un gallinero, un fuelle que inventó con una bota para espantar abejas. Ya no tiene animales pero cuando va planta árboles.
Al final del recorrido, el río ya no está tan tranquilo. La lancha rebota en las olas que se levantaron en cuestión de minutos con la tormenta que se acerca. Es difícil imaginar a un hombre de 93 año remando para llegar y viviendo solo allí.
Él dice que casi nunca estaba solo en la isla. Siempre había alguien de su familia o los pescadores que acampaban. Brasileños, uruguayos, argentinos. Ahora también suelen estar de paso ladrones de embarcaciones y la Prefectura uruguaya hace operativos conjuntos con la brasileña para recuperar cosas robadas. Píriz dice que es como la cueva de Alí Babá.
Argemiro Rocha, un activista brasileño de la Barra do Quaraí -que trabaja con ONG de Argentina y Uruguay para fomentar la zona de triple frontera- dice que si no fuera por su habitante de 93 años la isla estaría totalmente abandonada y denuncia la pérdida de un importante patrimonio en bosques naturales porque la costa se desmorona y los árboles caen al mar. Es un territorio de nadie en proceso de deterioro.
Zeca no se queda quieto e inició los trámites legales para quedarse con el usufructo de la isla, un derecho que cree adquirido por todos sus años de residencia en el lugar. La Isla Brasileña no es ni de Brasil ni de Uruguay, es de Zeca.
El guardián
Seu Zeca (foto) a los 92 años es el único habitante de Isla Brasilera, el terreno que a 100 metros de Bella Unión es brasileño. Su presencia le da nacionalidad ese pedazo de tierra.
Blancos le reclamaron a Sarney
"Hermandad verdadera, no correr la frontera". Eso decía la enorme pancarta de una movilización de políticos blancos que en 1985 protestaron por Rincón de Artigas e Isla Brasileña, aprovechando la visita del entonces presidente brasileño, José Sarney. "Sarney estaba en el Victoria Plaza e iba a participar de un homenaje al prócer José Artigas en la Plaza Independencia y nosotros le queríamos hacer notar el tema de los territorios contestados", recuerda el ex legislador nacionalista, hoy del MPP, Ruben Martínez Huelmo. La Policía no entendía bien qué era aquella "barra brava" y la seguridad del presidente Sanguinetti, estaba nerviosa porque los veía "con las banderas tricolores de los 33 y de Artigas y se pensaban que eran del Frente Amplio". "Cuando Sarney atraviesa la plaza, a mitad de camino entre el cordón de la vereda y la guardia de Blandengues frente al monumento, desplegamos la pancarta y empezamos a gritar consignas de soberanía. Los periodistas brasileños quedaron helados, Sarney quedó duro. Muchos no sabían de lo que estábamos hablando".
La isla solitaria pero reclamada
La ubicación de la Isla Brasileña genera el otro problema de límites con Brasil. Uruguay sostiene que está ubicada en el río Uruguay, por lo que sería uruguaya. En cambio Brasil sostiene que esté en el río Quaraí. En 1860 Brasil colocó en la isla un mojón fronterizo en forma inconsulta y Uruguay protestó. Uruguay sostiene que existen diferencias entre el agua de un río y de otro, que serían apreciables claramente por fotos o análisis y que probarían la posición uruguaya. El apartado dos del artículo tercero del Tratado de Límites entre Uruguay y Brasil del 12 de octubre de 1851 declara: "perteneciendo al Brasil la isla o islas que se hallan en la embocadura de dicho río Cuareim en el Uruguay". El diputado del MPP, Ruben Martínez Huelmo, sostiene que es evidente que no surge del texto ningún derecho de Brasil sobre el río Uruguay, que pese a ello retiene bajo su soberanía a la isla que para él está en el cauce del Uruguay.
Albornoz
La diferencia entre Uruguay y Brasil por la zona de Rincón de Artigas se origina en la demarcación de los límites acordados en un tratado de 1851, que se realizó entre 1852 y 1862. En la zona contestada, de 22.000 hectáreas, la demarcación se hizo desde Rivera-Livramento en dirección al oeste, atravesando campos hasta el marco 49. A partir de allí, donde hoy está la villa Albornoz, los límites en dirección al norte fueron definidos por la naciente del río Cuareim. El tratado dice que la naciente del río es el arroyo de la Invernada. Los demarcadores colocaron el marco 49 donde estaría la naciente del arroyo, una vertiente de agua distante unos mil metros del mojón.
A partir de 1934 Uruguay contestó la demarcación. El arroyo de la Invernada sería para Uruguay el arroyo que los brasileños llaman Moiroes. Para Uruguay el arroyo donde hoy figura el marco 49 no es el arroyo de la Invernada, sino el arroyo Maneco. La distancia entre un arroyo y otro es de 18 kilómetros. El total del área contestada es de 22.000 hectáreas.
Según una nota publicada por el periódico brasileño Zero Hora, la villa fue construida por un lado, para poblar y llevar infraestructura a los extremos del municipio de Livramento y por otro, para plantar bandera y lotear un área fronteriza siempre reclamada por Uruguay. En su momento Uruguay reaccionó a la instalación del pueblo con el retiro de su cónsul en Livramento.
luego de leer responde :
¿ qué lugares fronterizos hace mención el texto?
¿ cuál es la situación en estos lugares ?
¿ qué acuerdos hay con los demás países? ¿ qué opinas al respecto?
¿crees que sería importante que estos límites contestados dejen de serlo a través de un acuerdo? fundamente.
Explica alguna de las situaciones fronterizas planteadas y reflexiona si realizarías algún acuerdo con los demás países o no . Fundamenta tu postura.

jueves, 10 de marzo de 2016

límites y fronteras del Uruguay ( geografía)

limites y fronteras del uruguay

URUGUAY: LIMITES

Los límites internacionales quedan físicamente determinados en general por ríos y cuchillas. Los límites con la República Argentina, son el Río Uruguay y el Río de la Plata. En ambos el límite es la línea media y se estableció la línea Punta del Este Cabo San Antonio como frente marítimo del Plata. Los límites actuales con Brasil, indicados de Oeste a Este, desde el Río Uruguay hasta el Océano Atlántico son los siguientes: el Río Cuareim hasta su confluencia con el Arroyo de la Invernada, luego este arroyo hasta sus nacientes, en ambos casos se trata de condominio de aguas, la divisoria de aguas de la Cuchilla Negra y luego la de la Cuchilla de Santa Ana hasta las puntas de la Cañada del Cementerio. El límite continúa por el Arroyo San Luis hasta la desembocadura de este en el Río Negro. Aquí se traza una línea recta convencional de 38 Km. hasta el Arroyo de la Mina, luego sigue este hasta su confluencia con el Guaviyú; después sigue este último hasta el Río Yaguarón y por este río hasta la Laguna Merín, en la cual se usó como línea divisoria la del canal más profundo. Por último el Arroyo San Miguel hasta el Océano Atlántico. Las fronteras con el Brasil miden alrededor de 1.000 Km.; el Río Uruguay sirve de límite con la Argentina en una longitud de unos 480 Km.; sobre el Plata y el Atlántico posee un litoral costero de unos 680 Km. Las aguas territoriales sobre el Río de la Plata comprenden 15.240 Km2, y sobre el Océano Atlántico con una anchura de 200 millas abarcan 125.000 Km2 de mar territorial. La extensión territorial continental es de 178.000 Km2. Ocupa el 1% de la superficie del continente.

Frontera:

La frontera es una franja del territorio situada en torno a los límites internacionales. Este término se refiere a una región o franja, mientras que el término límite está ligado a una concepción imaginaria.

Los Estados tienen una característica esencial: la soberanía, esto es, la facultad de i
mplantar y ejercer su autoridad de la manera en la que lo crean conveniente. Para que el ejercicio de la soberanía por parte de los Estados no perjudique a otras naciones, se crean límites definidos en porciones de tierra, agua y aire. En el punto preciso y exacto en que estos límites llegan a su fin es cuando se habla de fronteras.

Las fronteras al contrario de lo que muchas veces se cree, no se demarcan únicamente cuando hay tierra de por medio, pues existen diferentes tipos de fronteras: aéreas, territoriales, fluviales, marítimas y lacustres.

Esto quiere decir que, en muchos casos, la frontera de un país con otro no se encuentra definida solamente donde hay tierra, pues en algunos casos esa división se efectúa utilizando ríos, mares, etc.

Las fronteras se caracterizan por el alto grado de vigilancia, para evitar entradas en masa de inmigrantes, de drogas, etc.

El caso de la frontera aérea es utilizada para poder controlar el cielo del país (un avión que desee pasar por el espacio aéreo de un Estado ajeno a aquel de donde proviene debe pedir autorización, de lo contrario el gobierno de dicho Estado puede considerar que su espacio aéreo está siendo invadido, lo que puede conducir a que se tomen decisiones extremas que pueden llegar hasta el derribo de la aeronave).

Lo importante es saber que las fronteras son las que demarcan la soberanía y el territorio de un país, y que dicho territorio no es sólo terrestre, sino también aéreo, lacustre, marítimo y fluvial.

¿Cómo saber dónde está ubicada una frontera?

Para la delimitación de fronteras se utilizan, la mayoría de veces, aspectos visibles de la geografía de un país; por ejemplo, si hay muchas montañas, se emplea el pico más alto o el fin de la cadena montañosa. Con los ríos sucede algo similar: si la frontera es un río, la división territorial se define en cada una de las orillas de éste.

Con las fronteras marítimas y aéreas es diferente; en estos casos se establecen líneas imaginarias, jurídicamente establecidas y que son visibles en mapas y por medio de coordenadas.











funciones de la literatura

Funciones de la literatura.

Funciones de la Literatura

1. Función estética: la literatura trasmite la belleza a través de la palabra, haciendo surgir en el lector el goce espiritual y la sensibilización tanto estética como social. Sirve como el gancho de introducción para que el lector continúe con la lectura y, posteriormente, vaya apropiándose de ese universo literario encontrando el significado de las otras funciones.

2. Función social: la obra literaria es testimonio de una época, de ideales y del entorno histórico en los cuales se desenvuelve. Es un documento social de su tiempo, esto es, de costumbres, de política y de la psicología de un pueblo. La función social abarca no sólo época sino tiempo y clases sociales; es el resultado de las condiciones sociales de una época determinada. Mediante esta función, el lector se sensibiliza y toma conciencia de los problemas de la sociedad.

3. Función cultural: la literatura afirma y transmite los valores universales, comunes de la humanidad. Por lo tanto, crea conciencia en la gente para establecer su vida en sociedad. A través de la literatura así como del arte en general, el ser humano plasma sus ideales, sus costumbres, su cultura y sus anhelos.

4. Función musical: la organización de los elementos de la lengua están distribuidos de tal manera, que su armonía produce un efecto musical agradable. Lo manifiesta a través de las figuras literarias, de la rima y del ritmo, no sólo en la poesía sino en la prosa. Depende también de la lengua empleada; unas tienen un efecto musical más fuerte que otras. Está relacionado con la función estética; se complementan y, de esta manera, la literatura posee fuerza y vigor.

5. Función afectiva: el lenguaje literario tienen mas carga emotiva que el lenguaje cotidiano, pues su principal preocupación es sensibilizar al lector con el contexto social de la obra. De esta manera, produce sugestiones de color, luz, sonido y no sólo percepciones sino que puedan ser sentidas y vividas. Esa evocación afectiva varía de lector a lector, así como de escritor a escritor.

6. Función simbólica: está ligada a la función poética, mediante la cual nos trasfiere a otro universo imaginativo, más allá del lenguaje directo de las palabras. Es la búsqueda de un significado connotativo, simbólico y personal. A través de los símbolos, la literatura logra comunicar ideas, sentimientos e ilusiones. Un símbolo puede convertirse en el eje de toda una obra. Su valor radica en la fuerza del mismo y en la manera como es empleado.

7. Función evasiva: la literatura sirve como medio de evasión de problemas sociales o personales; se convierte en una terapia por medio de la cual el autor expresa sus emociones y conflictos internos, así como los problemas colectivos de una sociedad. Es un medio de evasión para trasmitir problemas religiosos o éticos.

8. Función de compromiso: la literatura confiere al escritor una responsabilidad muy grande: la de reflejar el contexto histórico y, a la vez, los ideales y principios del autor. Descubre las características de su sensibilidad, compromiso e ideología. De esta manera, el autor se ve plenamente comprometido con su sociedad, con sus valores y costumbres presentes en su producción. No hay obra literaria ajea a lo mencionado; siempre se halla inmersa dentro de este contexto histórico y social.

¿qué es la literatura?

¿Qué es literatura?

La Literatura es el arte de la palabra, producto de la vida, la inteligencia y la imaginación. Nacida oralmente, con fijación grafica más tardía, la creación literaria es, ante todo, un fenómeno de comunicación, un acto de comunicación lingüística. Surge como fruto de la necesidad de expresarse por la palabra; tiene por referente una realidad, vivida o ficticia, y existe como literatura cuando el proceso de comunicación se cierra: cuando esas sensaciones, experiencias y vidas que el autor-creador pone a nuestra disposición son re-creadas (vueltas a crear) `por un oyente o lector.

La literatura, como el arte, es una de las formas más altas de la conciencia, es una forma de conocimiento y de autorreconocimiento.

La literatura es el conjunto de producciones literarias de una época, genero, lengua, nación, etc.

La literatura son las producciones del entendimiento humano, que tienen por fin último o remoto expresar lo bello por medio de la palabra. Es el conjunto de todas las producciones literarias de un pueblo o de una época.

La literatura es el arte que emplea como medio de expresión la palabra hablada o escrita.

Tiene su origen en: Litterature o litere que significa, LETRA. Estudio científico sobre las obras literarias.

Normalmente una obra literaria se desarrolla en un determinado: contexto, tiempo y espacio.

Imperialismo ( historia)

El Imperialismo (1870-1914)

Concepto y motivaciones                                                                  


“Si un país se ve invadido por una potencia más fuerte y sus instituciones políticas son destruidas o reestructuradas, dicho país se encuentra bajo el dominio imperial, cualesquiera sean las circunstancias políticas del caso. (...) Análogamente, es posible que haya injerencias en la soberanía por medios diplomáticos, mediante tratados o mediante presiones económicas. Un país atrasado al que se le impida por ley desarrollar su industria sufre una pérdida de soberanía que no es menos real porque sea invisible para quien lo contempla. Lo que cuenta es la relación de dominio y sometimiento, que es la esencia de todo régimen imperial”.
G. Lichtein, “El imperialismo”
“El imperialismo es el esfuerzo de los grandes dueños de las industrias para facilitar el desagüe de su excedente de riquezas, buscando vender o colocar en el extranjero las mercancías o los capitales que el mercado interno no puede absorber.”
J. A. Hobson, “El imperialismo. Un estudio”
“Ayer estuve en el East-End londinense (barriada obrera) y asistí a una asamblea de los sin trabajo. Al oír en dicha reunión discursos exaltados cuya nota dominante era: pan, pan... y al reflexionar, cuando regresaba a casa, sobre lo que había oído, me convencí más que nunca de la importancia del imperialismo (...) Para salvar a los 40 millones de habitantes del Reino Unido de una guerra civil funesta, nosotros, los políticos coloniales, debemos dominar nuevos territorios para colocar en ellos el exceso de población, para encontrar nuevos mercados en los cuales colocar los productos de nuestras fábricas y de nuestras minas. El imperio es una cuestión de estómago. Si no queréis la guerra civil, debéis convertiros en imperialistas.”
Cecil Rodes (empresario inglés)
“¡A no dar cuartel! ¡A no tomar prisioneros! Llevad la guerra de tal modo que dentro de mil años ningún chino se atreva a mirar siquiera a los ojos a un alemán.”
Emperador Guillermo II de Alemania (Julio de 1900)
Justificaciones
“Es esta conciencia de la intrínseca superioridad del europeo la que nos ha permitido conquistar la India. Por educado e inteligente que pueda ser un nativo y por valiente que demuestre ser, creo que no se le debe otorgar ningún grado que pueda dar origen a que se considere el igual de un oficial británico.”
Lord Kitchener, comandante en jefe del ejército de la India
“No son capaces de ejercer el gobierno propio. ¿Cómo podrían serlo? No forman una raza capaz de gobernarse a sí misma. Son orientales, malayos, educados por los españoles durante la peor etapa de éstos. Este problema (...) es elemental. Es racial. Dios no ha venido preparando durante mil años a los pueblos de habla inglesa para una vana actitud de autocontemplación y autoadmiración. ¡No! Nos ha convertido en organizadores magistrales del mundo para imponer el sistema allí donde reina el caos. Nos inclinó al gobierno para que podamos gobernar a los pueblos salvajes y seniles. Si no fuera por esta fuerza el mundo caería en la barbarie y la oscuridad. Y en toda nuestra raza Él señaló al pueblo norteamericano como la nación elegida, para que dirija la regeneración del mundo.”
Senador Beveridge de EE.UU. discutiendo el destino de las Filipinas
         “Desde luego no llego al extremo de pensar que los únicos indios buenos son los indios muertos; pero sí creo que esto es cierto en nueve de cada diez, y en cuanto al décimo, mejor sería no investigar demasiado a fondo. El cowboy más depravado posee mejores cualidades morales que el indio medio.”
         “Siempre que se ha producido un movimiento de expansión ha sido porque la raza que lo ha llevado a cabo era una gran raza. Ha sido como una señal y una prueba de la grandeza de la nación expansionista. Y además debe tenerse en cuenta que, en todos y cada uno de los casos, eso supuso un beneficio incalculable para toda la humanidad. Cuando una nación poderosa teme la expansión y renuncia a ella, puede asegurarse que su grandeza y su poder se aproximan al ocaso. ¿Vamos a conformarnos con figurar entre los débiles y los cobardes cuando estamos todavía en nuestra primera y vigorosa juventud, en los albores de nuestra gloriosa virilidad? ¡No y mil veces no!”
Theodore Roosevelt, presidente de EE.UU.

A estudiaaaaar! El mundo en la segunda mitad del siglo XIX

Segunda fase de la Revolución Industrial (1870-1914)

     La expresión “segunda revolución industrial” se utiliza para hacer referencia al conjunto de innovaciones técnico-industriales fundadas en el acero barato, la química, la electricidad, el petróleo, el motor a combustión interna, la nueva empresa moderna y nuevos tipos de gestión del trabajo y organización industrial, que emergen durante el último tercio del siglo XIX. 
     Se trata fundamentalmente de una “revolución tecnológica”.

La innovación tecnológica
     Estas innovaciones permitieron actualizar y relanzar la tecnología de la primera Revolución Industrial mediante una serie de perfeccionamientos en la tecnología del vapor y del hierro.
     La industria del hierro se convirtió en el sector que experimentó una de las más profundas transformaciones, basada en el desarrollo de la industria del acero (más resistente y duradero que el hierro forjado). La expansión de la industria siderúrgica tuvo un enorme impacto global en todo el sistema económico. Los raíles de acero para el ferrocarril duraban más y eran más seguros que los de hierro. El uso del laminado para la construcción naviera permitió construir barcos más grandes, ligeros y rápidos. El acero no tardó en remplazar al hierro en herramientas y máquinas.
     Durante este período, se desarrolló un nuevo núcleo tecnológico de punta en el que el papel protagónico lo desempeñaron el petróleo y el motor de combustión interna, la electricidad y la industria química.
     La paulatina difusión del motor a combustión interna y la fabricación de los primeros automóviles transformaron el petróleo en la principal fuente de energía.
     A partir de 1860, con la invención del dínamo y más tarde con la lámpara incandescente, el alternador y el transformador, la electricidad se transformó en una de las formas de energía más versátiles.
     La industria química fue otro de los más grandes núcleos tecnológicos de punta. Hacia mediados de siglo aparece con fuerza la industria de colorantes sintéticos. Desde ésta se desprendieron nuevos sectores como la industria farmacéutica, los explosivos, las fibras sintéticas, el caucho sintético, las telas artificiales y la industrialización de residuos minerales.

La empresa moderna
     La segunda mitad del siglo XIX fue la época del nacimiento de la empresa moderna, entendiendo como tal la gran empresa con una organización burocrática, administrada por gerentes asalariados, cuya forma jurídica más característica es la sociedad anónima.
     Este tipo de empresa se diferencia de la típica y tradicional por sus actividades y tamaño. En la siderurgia, en la industria química, en la explotación del petróleo y la petroquímica, los requerimientos de escala fueron altos y las dimensiones de las empresas necesariamente grandes. También contribuyó al desarrollo de la gran empresa, la ampliación de los mercados.
     La formación de grandes empresas barrió con las formas tradicionales de administración, centralizadas y personalizadas. El proceso de separación entre propiedad y gestión estuvo vinculado al incremento de los volúmenes de capital que las grandes empresas requerían. Debieron recurrir crecientemente al crédito bancario y al mercado de capitales mediante la emisión de acciones, lo cual tuvo como contrapartida el incremento del número de sociedades anónimas.

Nuevas formas de organización del trabajo
     También se produjeron grandes cambios en el proceso de trabajo, cuyas expresiones más sobresalientes fueron el taylorismo y el fordismo. Ambos se originaron en Estados Unidos entre fines del siglo XIX y principios del XX y tienen en común la propuesta de una organización más racional del trabajo, con el fin de incrementar su productividad.
     Con el nacimiento del sistema de fábrica, el obrero fue dejando de manejar y dominar los instrumentos de trabajo, pasando a ser controlado por el ritmo de la máquina.
     


Frederick Taylor
     Entre 1880 y 1890, Frederick Taylor logró reducir los tiempos muertos mediante la racionalización del trabajo y el cronometraje de las tareas. 
     Taylor proponía:  
a) el estudio de los tiempos y movimientos de las tareas para identificar los movimientos inútiles a fin de eliminarlos; 
b) la instalación en los talleres y oficinas de una división social y técnica del trabajo (separación entre concepción y realización del trabajo);  
c) la asignación por anticipado, de un número de tareas específicas a cada uno de los trabajadores para que éstos la realicen de manera regular y permanente, respetando un tiempo prescripto; 
d) la necesidad de individualizar el trabajo, oponiéndolo al trabajo grupal o en equipo (especialización);  
e) un sistema de remuneraciones estructurado en función del rendimiento personal;  
f) el control y la estrecha supervisión de cada trabajador por parte de los capataces, lo que reduce su margen de autonomía.



Cadena de montaje (imagen de la película "Tiempos modernos"
     Desde las primeras décadas del siglo XX, se implantó otra forma específica de organización, el fordismo, que consiste fundamentalmente en la fabricación en serie de mercancías estandarizadas. Se apoya en una cadena de montaje sobre la cinta transportadora que implica un flujo constante de producción, el permanente movimiento de las piezas y subconjuntos, evitando el desplazamiento de los trabajadores.




Henry Ford
     Henry Ford, en su intento por transformar el automóvil en un bien de consumo masivo, implementó por primera vez el nuevo proceso de producción en su fábrica de Detroit para la fabricación de los clásicos Ford T.
     Las principales características son:  
a) la utilización de plantillas, moldes y matrices de fundición que dan como resultado piezas idénticas;  
b) la cadencia del trabajo está regulada mecánicamente, de manera externa al obrero, por la velocidad dada a la cinta que pasa delante de cada operario, quien tiene un lugar fijo y tareas preestablecidas en la línea de montaje.


Ford T

     Las nuevas exigencias de la producción masiva requerían una modificación de las pautas de consumo y de las normas de vida de los trabajadores que pasaron a ser considerados como verdaderos consumidores. Es Ford quien inaugura en 1915, un acuerdo general sobre los salarios de sus obreros, que fue la puesta en marcha del “five dollars a day”, duplicando los jornales promedio. Se abría así el camino a la sociedad de consumo. 





Barbero, Mª Inés; “El mundo contemporáneo: historia y problemas”, págs. 92-99.

noveno grado historia

Alumnos de noveno grado : en este blog podrán tener acceso a información sobre las asignaturas de historia, geografía, formación ciudadana y literatura. Espero que les sirva este espacio . Verónica Vidal


Programa historia  2016

UNIDAD I - Uruguay y el mundo entre 1850 y 1914

1) Europa y EE.UU.
  • La segunda fase del desarrollo industrial: características; los cambios en la organización económica (monopolio y finanzas; taylorismo y fordismo); expansión mundial del sistema capitalista.
  • La era del Imperio: imperialismo y colonialismo (conceptos); la expansión europea (reparto de África y Asia) y la dominación latinoamericana; el imperialismo norteamericano y sus diferencias con el inglés; de la Doctrina Monroe a la Política del Buen Vecino.

2) América Latina
  • La situación económica: dependencia y subdesarrollo; crecimiento hacia afuera; el papel de Inglaterra.
  • Los problemas político-sociales: la debilidad de los estados; el papel de las oligarquías nacionales; el caudillismo.

3) Uruguay
  • Problemas del Uruguay al comenzar su vida independiente. La sociedad de la época.
  • La modernización: la situación económica de los años 60, la revolución del lanar; concepto de modernización; los comienzos de la construcción del  Estado nacional moderno (la obra de Latorre).
  •  Los levantamientos de Saravia: motivos y repercusiones.
  • El Uruguay del ‘900: la situación del obrero, la posición de la mujer, las nuevas ideologías, el cambio de mentalidad.
  • El primer batllismo: La llegada de Batlle y Ordóñez al poder y la crisis de 1904; sus dos presidencias: las reformas económicas, sociales y políticas. Balance de su gobierno.
 UNIDAD II - El mundo entre guerras (1914-1945)
 
  • La Primera Guerra Mundial: motivos desencadenantes y consecuencias económicas, políticas y sociales. Su repercusión en los países latinoamericanos, en especial Uruguay.
  • La Revolución Rusa: propuestas y ejemplo a nivel mundial.
  • La crisis de 1929: el crack de la Bolsa y su expansión global. Sus consecuencias para los países latinoamericanos, especialmente Uruguay. Las medidas del gobierno de Terra para superar la crisis.
  • La Segunda Guerra: las ideologías en pugna: fascismo, nazismo, capitalismo y comunismo. Sus consecuencias políticas (surgimiento de los bloques y unidad europea), económicas (modelo keynesiano) y sociales (migraciones, desterrados, etc). Sus repercusiones en América.

  UNIDAD III - El mundo de posguerra (1945 a los '90)
 
  • La posguerra: la Guerra Fría (concepto); la bipolaridad establecida y el surgimiento del Tercer mundo (proceso de descolonización, Bandung, etc).
  • El neobatllismo: concepto; el gobierno de Luis Batlle Berres: el modelo de sustitución de importaciones.
  • La crisis económica de fines del ’50; sus repercusiones sociales: el accionar sindical, el movimiento estudiantil. La inestabilidad política.
  • El entorno latinoamericano: panorama general de América Latina hacia fines del ’50. La Revolución Cubana y su ejemplo. El surgimiento de los grupos armados en Uruguay.
  • Del pachecato al golpe de 1973: la elección de Gestido y la asunción de Pacheco; la agudización de la crisis, las medidas económicas y políticas del gobierno. El surgimiento del Frente Amplio. La elección de 1971 y la marcha hacia el golpe.
  • El gobierno militar: La creciente importancia de las FF.AA. previo al golpe: la creación del Estado Mayor Conjunto, la Ley de Seguridad del Estado, los primeros comunicados. El “Estado de Guerra Interno” y la inmovilidad de la clase política. El golpe de febrero y el de junio. Las reacciones populares. El gobierno cívico-militar: su acción política, social y económica. La proyectada reforma constitucional y la negativa de 1980. Del Pacto del Club Naval a las elecciones de 1984. La evolución económica del Uruguay y su contexto internacional.
  • Vivir en dictadura: la sociedad civil, su vida cotidiana, la lucha por la democracia, la intelectualidad, el papel de los exiliados.
  • La vuelta a la democracia.